senderismo en el parque natural cuc phuong Vietnam

El segundo día en Ninh Binh lo pasamos en el Parque de Cuc Phuong y recorriendo en moto los alrededores de Tam Coc. Nos levantamos temprano con ganas de hacer una caminata por el Parque, habíamos quedado a las 9:00 en la puerta de la agencia que nos llevaría hasta allí. El desayuno lo hicimos en el bar que había enfrente al restaurante donde tomamos la pizza con Ketchup el día anterior. Nos sirvieron unos huevos y una salchicha con una pinta infame y nos negamos a comerlo y a pagarlo. Nos subimos a la van con un francés y una pareja de suizos que tenía planeado quedarse a dormir un par de noches en el Parque.

El Parque Nacional de Cuc Phuong se encuentra en la provincia de Ninh Binh. Se trata de una reserva forestal, que alberga un centro de primates y tiene gran relevancia histórica porque en algunas de sus cuevas se han encontrado herramientas prehistóricas y tumbas.

La primera parada fue en el centro de rescate de primates, donde tienen varias especies dañadas, entre ellos, Gibbon y macacos. Allí permanecen un tiempo, primero en jaulas y luego en semilibertad hasta que están preparados para volver a su hábitat.

Continuamos para ver la cueva prehistórica, donde se supone que habitó el hombre prehistórico hace unos 7.500 años. La cueva no es gran cosa, pero el paseo hasta allí es bonito.

Por último, nos llevaron hasta un centro con restaurantes desde donde empezaba una ruta de senderismo por la jungla!!!. El conductor-guía, para variar, no hablaba una palabra de inglés y solo nos señaló el camino. Comenzamos la ruta entre selva y cuevas hasta que llegamos a un árbol milenario. Allí nos encontramos con el conductor que nos volvió a indicar el camino circular que debíamos seguir para regresar. Unas 3 horas después terminamos el recorrido en un sitio muy diferente al que nos había dejado el conductor. Había varios caminos posibles (sin señalizar) y no sabíamos muy bien cual tomar. La idea de volver por donde habíamos vuelto, ya sin agua y muertos de hambre, no nos entusiasmaba demasiado. Al cabo de un rato aparecieron 4 ingleses igual de perdidos que nosotros con un mapa que tampoco ayudaba mucho y después de debatir durante un largo rato optamos por uno de los caminos. En ese momento apareció el guía y nos llevó hasta la van. Habíamos salido muy cerca del lugar de inicio pero era imposible saberlo sin que nos lo hubiesen explicado antes. No dio tiempo a comer y volvimos a toda prisa a Tam Coc para que Didier, nuestro compañero francés, pudiese tomar su autobús a Hanoi.

De regreso a Tam Coc, y según bajábamos de la van, vino la dueña del bar que nos dió el desayuno más asqueroso que haya yo visto jamás a pedirnos perdón. Sorprendentemente reconoció que a veces se preocupaba más por el dinero que por los clientes y que estábamos invitados a unas cervezas, que aceptamos, cayendo de nuevo en sus garras, y comiendo unos noodles medio decentes.

Por la tarde alquilamos una moto y nos recorrimos algunos de los templos cercanos a nuestro hotel.

Los templos en si no son espectaculares, lo mejor es el entorno donde se ubican y recorrer los caminos en moto (o en bici) en mitad de arrozales, lagos y montañas.

Una vez devolvimos la moto a su dueña, decidimos echar un vistazo al restaurante de al lado (Minh Toam) al que habíamos ido y al que no habíamos prestado atención. La señora nos invitó a que leyeramos una nota escrita por españoles que decía algo así como “si estáis leyendo esto es por que esta encantadora señora os ha parado. Mucho mejor sitio y más barato que el de las fotos bonitas de al lado. El mejor sitio de Tam Coc”. Con esa recomendación no pudimos hacer otra cosa que probar. Comimos tan bien y fuimos tan bien atendidos que volvimos mientras estuvimos en Ninh Binh y le prometí a la mujer el último día que hablaría de ella en mi blog. No solo por que comí bien y me llenó de besos y abrazos en agradecimiento, si no por que es justo y estoy segura que habrá gente que lea esto a la que le evite pasar por la comida y el timo del restaurante de al lado.