Una de las cosas que más nos apetecía hacer en Tailandia era tirarnos en tirolinas en un Parque cerca de Bangkok. Lo dejamos para lo último y fue de lo que más disfrutamos de todo el viaje. Toda una aventura tirarnos por encima de las copas de los árboles!.
A las 8:30 habíamos quedado que nos recogiesen en el hotel Ariyasom Villa de Bangkok para llevarnos hasta Pattaya (1 hora y media), pero hubo algún problemilla de organización y no vinieron hasta las 10:00 (tuve que negociar una compensación que consistió en un descuento, unas camisetas y unos refrescos). El sitio de las tirolinas, Flight of the Gibbon se encuentra dentro del zoo de Pattaya.
El circuito, que se tarda aproximadamente 3 horas en recorrerlo, consiste en 24 plataformas en lo alto de los árboles y 16 tirolinas, alguna de ellas de hasta 50 metros de altura y 300 metros de longitud.
El sitio es espectacular y lo cierto es que impone tirarse a tanta altura, al menos a nosotros, los mayores por que Marco no se lo pensó ni un momento.
Uno de los tantos habitantes del lugar que nos encontramos durante el recorrido fue una banana spider. Según nuestro monitor su picadura no es mortal pero te deja dormido durante 12 horas seguidas.
Tocando suelo.