Uno de los principales atractivos de Sri Lanka son los restos de las antiguas ciudades de los reinos budistas cingaleses, situados en forma de triángulo invertido cuyo vértice se sitúa en Kandy.
Después de la noche que pasamos en Kandy viendo el famoso Festival Essala Perahera, partimos dirección al triángulo cultural de Sri Lanka. Nuestra idea inicial era visitar, Sigiriya y Anuradhapura para acabar en Wilpattu National Park y hacer un safari al día siguiente de las visitas culturales. Una cancelación de última hora por parte del hotel junto con la imposibilidad de encontrar alojamiento hizo que cambiásemos de planes. El dueño del guest house de Kandy nos consiguió un coche con chofer para llevarnos a Dambulla, Sigiriya, y Polonnaruwa, para acabar en el guest house que habíamos reservado en Habarana.
Salimos temprano de Kandy. La primera parada fue Dambulla, donde se encuentran unas capillas muy antiguas situadas en cuevas en lo alto de una montaña. Para acceder a ellas hay que abonar la entrada (10 dólares por persona) y subir hasta 160 metros donde se encuentra el templo con 5 cuevas religiosas que tienen 150 estatuas de Buda.
La siguiente parada fue Sigiriya, la roca sagrada, y como Dambulla, otro de los lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en Sri Lanka. Coincidía que el día que pretendíamos hacer la visita era fiesta nacional en el país y la roca estaba abarrotada de gente. Imposible subir. Nuestro gozo en un pozo, pero a cambio nos ahorramos los 1000 escalones hasta lo alto más 30 dólares por persona que cuesta la entrada y fuimos a Pidurangala, una roca cercana desde donde se pueden ver las mismas vistas que desde Sigiriya, pero mejores, puesto que podíamos ver Sigiriya a lo lejos.
Pidurangala tiene un templo dentro de una roca con imágenes y esculturas de Buda.
Pero lo mejor del sitio son sin duda el buda tumbado bajo la roca casi llegando a lo alto de la cima y las vistas.
Terminamos el día en Polonnaruwa, viendo las ruinas budistas de lo que fue una importante ciudad cingalesa que alcanzó su máximo esplendor religioso y comercial en el siglo XIII. También esta calificado como Patrimonio de la Humanidad.
Agradecí que pudiésemos ir de unos grupos de ruinas a otros en coche, no me apetecía nada ponerme a caminar con todo el calor de un lado a otro. Primero visitamos el museo, donde compramos la entrada (25 dólares por persona) que nos permitía visitar 3 bloques de ruinas.
Continuamos visitando las ruinas del Cuadrángulo, donde está el Vatadage; una capilla circular bien conservada. En cada una de sus 4 entradas hay unos guardianes de piedra y en la entrada norte un semicírculo con relieves de elefantes, caballos y patos, llamado la Piedra de la Luna.
En el Grupo Norte destaca Lantatilaka , con muros de 18 metros de altura donde se encuentra una estatua de Buda sin cabeza.
Donde están los puestos de bebidas y los autobuses sale un camino al lado del lago que conduce a Gal Vihara, el monumento más famoso de Polonnaruwa.
Allí se puede ver un Buda acostado de 15 metros de largo, una figura de pie, de 7 metros de altura y dos budas sentados.
No te pierdas el video con las imágenes que grabamos de los sitios que visitamos!!!
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Salimos temprano de Kandy. La primera parada fue Dambulla, donde se encuentran unas capillas muy antiguas situadas en cuevas en lo alto de una montaña. Para acceder a ellas hay que abonar la entrada (10 dólares por persona) y subir hasta 160 metros donde se encuentra el templo con 5 cuevas religiosas que tienen 150 estatuas de Buda.
Continuamos visitando las ruinas del Cuadrángulo, donde está el Vatadage; una capilla circular bien conservada. En cada una de sus 4 entradas hay unos guardianes de piedra y en la entrada norte un semicírculo con relieves de elefantes, caballos y patos, llamado la Piedra de la Luna.
