Wat Tham Sua o el Templo de la Cueva del Tigre se encuentra a 5 kilómetros de Krabi. El templo está formado por cuevas en mitad de la jungla que sirven de hogar a 250 monjes y monjas.
Los alrededores del templo merecen la pena por el entorno donde están, llenos de vegetación y de unos cuantos monos, que van apareciendo por el camino en busca de algo que llevarse.
Pero el gran atractivo del templo es el buda gigante que se encuentra en lo alto de la montaña, aunque tiene una pega; los 1237 escalones que hay que subir para llegar hasta él.
La subida se me hizo muy dura, hubo momentos en que creí que me estallaba la cabeza y se me salia el corazón. Y lo que más me llamo la atención mientras “sufría” intentando llegar a la cima fue la templanza y soltura con la que subían y bajaban los monjes en chanclas (sin agarrarse a la barandilla), teniendo en cuenta que algunos de los escalones eran tan altos que apenas se podía doblar la rodilla para llegar al siguiente escalón y tan estrechos que en ellos tan solo cabía la mitad del pie.
Lo más aconsejable, si no estáis mínimamente en forma, es subir despacio, llevar agua, y para evitar el calor y la humedad, ir al amanecer o atardecer. La recompensa final al esfuerzo son unas vistas espectaculares.
Hay otras escaleras de menor recorrido donde también se puede disfrutar de las vistas.