Lo mejor es alquilarse un coche e ir recorriendo la isla sin prisa. Aunque hay grupos ecologistas que dicen que Lanzarote está sufriendo una masificación que se ha cargado la isla, lo cierto es que no tienes sensación de aglomeración ni siquiera en temporada alta. Algunas de las actividades que se pueden hacer con niños son:
1- Visitar el Parque Nacional de Timanfaya. La visita se hace en autobús, el cual recorre un paisaje de volcanes único en el mundo. La megafonía recoge fragmentos del manuscrito de Lorenzo Curbelo, cura de Yaiza que relata como en el s-XVIII los volcanes entraron en erupción que llevaron al terror a la isla cambiando su fisonomía. Así contaba “la tierra se abrió en Timanfaya, a dos leguas de Yaiza… y una enorme montaña se levantó del seno de la tierra”. Destacan sus volcanes más famosos, la Montaña de Fuego, la Caldera del Corazoncillo o la Montaña Rajada. También se puede hacer una excursión en dromedario. Se puede comer en el restaurante “El Diablo”, donde se aprovecha el calor interior que emana de la tierra para cocinar los platos típicos de Lanzarote.
2.- Visitar el legado de César Manrique
César Manrique, pintor, escultor y paisajista, cuya huella es visible en toda la isla, intentó compatibilizar la protección de la isla con el turismo. Algunas de sus obras más importantes son su antigua casa y los jameos del agua.
4.- Ir a alguna de las Playas. Lanzarote cuenta con estupendas playas de arena blanca, dorada o negra. En algunas de ellas se puede practicar deportes acuáticos como el surf y el windsurf. Nuestra playa favorita es la playa del Papagayo.
6.- Hacer una excursión a Fuerteventura, cogiendo un barco en Playa Blanca que tarda 25 minutos a Corralejo y disfrutar del Parque de las Dunas.