Cuando se viaja con niños, es fácil tenerlos contentos (y con ello a los padres) eligiendo un hotel con buena piscina, y una playa cercana. En Sharm el Sheik lo tienes asegurado, macro hoteles con zona acuática llena de mega toboganes, todo tipo de actividades para niños con su propia playa y un montón de pececillos de colores. A pesar de ello, en mi opinión, si los padres no son amantes del buceo o del snorkel, creo que hay mejores destinos y más cerca donde hacer un plan parecido (digo parecido por que no en todos los sitos de mar se ve la vida marina tan impresionante como en el Mar Rojo).
Como actividades alternativas a la rutina piscina-playa, hay opciones que están bien, como un paseo en camello, un día en barco, una vuelta por Naama Bay o conocer el mercado. Una excursión a Dahab, con sus tiendas bereberes en la playa y su ambiente hippy, también merece la pena.
Otro plan, para quien le gusten o para quien, como yo, les horroricen los parques temáticos pero puedan soportarlos como parte del sacrificio que hay que hacer en determinados momentos cuando se viaja con niños, en Naama Bay hay un parque acuático llamado Cleo Park.
En cuanto a la logística, nosotros hemos ido un par de veces a Sharm el Sheik; la primera cuando aún no éramos padres, y aprovechamos para hacer parada en El Cairo y coger una extensión a Sinai. La segunda, con nuestro hijo y está vez nos fuimos a lo cómodo; cogimos un pack vuelo directo + hotel “todo incluido” con Sunweb en el mes de junio, pensando que no haría tanto calor ( aunque fallamos y tuvimos que sufrir una media de 50º) .
A la hora de elegir el hotel, lo mejor es ir a uno que tenga arrecife para poder hacer snorkel (no todos los hoteles lo tienen) e intentar ir al mejor (con niños yo no me arriesgaría, que el cambio de comida y el calor les puede causar problemas estomacales). Nosotros buscamos también que tuviese su propio centro de buceo.