Saltar en paracaídas es una de las cosas que más he disfrutado en esta vida y de las que más me alegro de haber hecho, no solo por la sensación liberalizadora de caída libre, si no por el sitio en el que lo hice.
La agencia con la que contratamos el salto nos recogió en Palm Cove (Cairns), a una hora intempestiva, para llevarnos a Mission Beach.
Cuando llegamos al hangar, pasamos a una salita donde nos contaron algunas cosillas que debíamos saber antes de hacer el tandem; como debíamos colocarnos al saltar, que era fundamental gritar al dar el salto y que si no saltábamos nosotros, nos empujaría el instructor; que iba colocado detrás de nosotros.
Me subí la última a la avioneta (viajábamos 6 personas), por lo que me tocó sentarme al lado de la entrada, sin puerta, y por la que íbamos a saltar. Tuve un poco de miedo, la verdad, pero luego desapareció cuando lo hizo el punto de referencia del suelo.
Una vez alcanzamos los 8.000 pies, nos preparamos, salté la primera y, como era de esperar, fui incapaz de tirarme por mi misma (hubiese sido como un acto de suicidio), por lo que al sentir el empujón comencé a gritar y la sensación fue alucinante, la caída libre duró 30 segundos (que se me hicieron eternos y en los que casi me quedo sin garganta) hasta que notamos el tirón del paracaídas al abrirse. A partir de ahí todo fue relajación.
Las vistas son espectaculares, se ve la barrera de coral y una playa de arena fina llena de palmeras. Según nos acercábamos al mar, mi instructor me iba contando curiosidades del arrecife y había tanta visibilidad, que hasta pudimos ver un par de tortugas desde arriba.
Me arrepentí de no comprar el video que te graban al saltar, por que lo cierto es que no creo que vaya a volver a hacerlo, al menos en el mismo sitio, aunque nunca se sabe…
El único recuerdo que conservo sobre papel son el diplomita acreditativo del sky dive y estas fotos de pésima calidad, que no hacen honor al sitio ni se acercan a la imagen y sensación que tengo en mente.
Me has puesto los dientes más que largos, larguísimos!!
Es algo que quiero hacer desde hace muchísimo tiempo y que caerá, aunque sea en mitad de la nada sin esas vistas de las que disfrutaste tú
Si, es de esas cosas que al menos hay que hacer una vez, a mi me flipó, y lo de las vistas fue una pasada, pero está claro que no hace falta irse hasta Australia, aquí cerquita, tienes Lillo. Gracias por el comentario, 😉
"El único recuerdo que conservo sobre papel son el diplomita acreditativo del sky dive y estas fotos de pésima calidad, que no hacen honor al sitio ni se acercan a la imagen y sensación que tengo en mente."
Pues la verdad es que no se ve nada mal!! 🙂
pues cuanto me alegra, yo las veía un poco malas…, pero, si, al menos muestran la playa y las palmeritas…, 🙂